El despegue social y económico definitivo de la zona del Valle Inferior del río Negro está íntimamente relacionado al aprovechamiento integral del valle de más de ochenta mil potenciales hectáreas bajo riego que circunda a la capital rionegrina.
Lo que parece un enunciado simple, acertado e incuestionable, ha tardo casi doscientos años en empezar a concretarse y hoy, a sesenta años de aquellos primeros pasos, el Idevi es, todavìa, un bebe que tropieza bastante en sus intentos para aprender a caminar solo.
El proyecto fue muy ambicioso desde su creaciòn y contemplaba todos los fundamentos para desarrollar un nuevo polo productivo. Los planes primigenios iban desde la industrialización de alguno de los productos básicos que se cultivaban en la zona hasta la vivienda, el transporte de los chacareros y la educación de sus hijos. Se construyó un frigorífico para frutas, uno para carne, un tambo y una tomatera completando el esquema productivo,
Pero, poco a poco, mientras crecían las dificultades para producir, se fue diluyendo en parte el gran proyecto que, como el país, se desguaza en la década menemista. Para recuperar un poco el auge a partir del 2003 y de la mano de la comunidad boliviana en la horticultura y de la producción de frutos secos en fruticultura.
Con el alza del valor de la tierra, el corrimiento de la barrera sanitaria y otras medidas de apoyo para el sector productivo, la situación parece encaminarse a asumir por fin su destino histórico, aunque siempre se señalan una baterías de medidas para apuntalar el proceso que, allanado en las noticias, se complica sobre la tierra .
Es que además de la producción en sí misma, para un valle productivo exitoso, se deben atender otras cuestiones conexas para que la economía fluya saludable. Se debe tener en cuenta la comercialización, la logística y la probable exportación de los productos y para eso sería necesario crear un mercado de valores cerealero como el que existe en Bahía Blanca, ampliar la capacidad e infraestructura del puerto de SAE para que pueda almacenar y exportar granos y carnes, desarrollar una industria paralela que procese los productos generando valor agregado, como por ejemplo la leche, y además crear un mercado central concentrador de productos frutihortícolas que provea de los mismos hacia el sur y la cordillera, entre otras medidas siempre postergadas.
Pero además queda pendiente también la integración total del valle irrigado a la idiosincracia propia de Viedma Capital. Y esa deuda pesa cada vez más.
Hoy, la sociedad comarqueña ve en el Idevi un apendice hasta un poco molesto en si mismo. Viedma opta siempre por el crecimiento del estado, o por el desarrollo del “turismo” en El Cóndor antes de inclinarse por el Idevi. “Con la mitad del dinero puesto en casas de lujo que se utilizan diez días por año en El Cóndor, el Idevi produciría alimentos para medio país” sostiene un conocido economista de la comarca.
La aseveración, a todas luces exagerada, sirve para poner de manifiesto la importancia de los recursos económicos que el viedmense promedio coloca en otros campos financieros antes de volcarlos a la producción.
Reglas claras y una planificación adecuada podrían garantizar adecuadamente el retorno de las inveriones, pero antes, debemos asumir el Idevi como una parte nuestra y generar un amplio debate para lograr las inversiones necesarias para el despegue final del valle inferior. Hay que mirar el estado del valle inferior y ver cuáles son los proyectos exitosos para que se multipliquen entre los productores, evaluar cómo hacer para que lleguen nuevos actores y como otorgar más posibilidades crediticias.
Hace poco más de cuarenta años se entregaron las primeras chacras del proyecto. Desde allí, mucha agua cruzó bajo el puente. Y se fue a perder en el inmenso oceáno Atlántico.

Un poco de historia
El proyecto Idevi tiene su puntapié inicial en 1959 cuando el Gobierno de Río Negro celebró con el Consejo Agrario Nacional un convenio de asistencia técnica con el objetivo de elaborar un proyecto de desarrollo agrícola en el Valle Inferior . El estudio preliminar de factibilidad del programa de desarrollo, estuvo a cargo de la empresa italiana Italconsult SA.
Dos años después, el 4 de Agosto de 1961 se creó por Ley Provincial Nº 200 el Instituto de Desarrollo del Valle Inferior del Río Negro “Comandante Luis Piedra Buena” (IDEVI), como organismo específico para la instrumentación del programa de desarrollo del Valle Inferior del río Negro.
A partir de la creación del IDEVI, como ente autárquico, se solicitó la cooperación de la FAO para el estudio definitivo de factibilidad del programa para un área de riego de 65.000 ha. de superficie bruta.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) otorgó en 1962 el crédito para el primer tramo del proyecto de 8.300 ha. dando inicio a uno de los proyectos más importantes de la provincia.
En 1967 el Instituto inaugura la Estación Experimental Agropecuaria Valle Inferior (EEAVI), asignándole el rol fundamental de brindar la asistencia técnica y la transferencia tecnológica a los productores bajo riego.
Tres años más tarde se inicia el proceso de colonización de las tierras a partir de la adjudicación de parcelas a productores, concluyéndose la primer etapa en el año 1973 con una superficie bruta de 8.345 hectáreas, parceladas en 169 explotaciones en donde se adjudicaba la parcela con el 100% del suelo nivelado, infraestructura de riego (canales y drenes) y vivienda.
Un lustro después, en el año 1975 se adjudica parcialmente la segunda etapa y termina este proceso en 1980-1981 con la adjudicación de 323 parcelas. de 13.300 hectáreas, en la cual se entregaban las parcelas con el 70% del suelo nivelado, infraestructura de riego y vivienda. Ambas etapas representan una superficie bruta de 22.000 ha.
Por otro lado se dio origen a diferentes emprendimientos vinculados con la industrialización y comercialización de los productos primarios. Entre los años 1970 y 1976 se realizaron importantes obras. Surge el desarrollo del Parque Industrial en las afueras de Viedma con el otorgamiento de exenciones y reducciones impositivas para facilitar la radicación de industrias con el fin de acelerar el crecimiento de la región.
Se inicia la construcción del Frigorífico (FRIDEVI), Planta procesadora de leche, Planta Procesadora de Tomate, Deshidratadora y Procesadora de Hortalizas, Formación de Cooperativas, etc.-
En 1977 comienzan los trabajos para la habilitación de tierras de la tercera etapa para 26 explotaciones, con las primeras adjudicaciones en 1987 de aproximadamente 1400 ha, el adjudicatario debía realizar las tareas de sistematización y drenaje para poner bajo riego los suelos.
Por otro lado, el proyecto Idevi avanzó en la construcción de establecimientos de servicios sociales de enseñanza, servicios periféricos de salud, viviendas rurales, servicios de electricidad, caminos, etc.
Se desarrollaron dos centros urbanos, uno en la denominada zona del Juncal, ubicada a unos 10 Km. de la capital y el otro en la zona de San Javier ubicada a unos 30 Km. de Viedma, que hoy cuentan con una población estable e instituciones y servicios tales como: Comisión de Fomento, Escuela Primaria y Secundaria, Centro Cívico y cultural, Sala de Primeros Auxilios, Club Agrario, Puestos Policiales entre otros.
En la actualidad
Hoy, las funciones del instituto son más limitadas que en su origen, tras el achique del estado en la década del 90 y el uno a uno nefasto para las economías regionales.
Principalmente, las acciones del Idevi están vinculadas a la planificación del desarrollo regional, al asesoramiento técnico de los productores, la transferencia de tecnología, la capacitación, el financiamiento, la información comercial y de mercados, la búsqueda de inversiones.
El año 1999, el sistema de riego y drenaje pasó a ser administrado por un Consorcio integrado por los productores usuarios del sistema, donde el Estado Provincial mantiene sus facultades en la operación y mantenimiento de la red troncal del servicio de riego , que son más de 95 kilómetros de canal principal y 24 de la red de canales secundarios.
Celebración

El gobierno de Viedma celebró el 60 aniversario del Instituto de Desarrollo del Valle Inferior, IDEVI, con la presencia de diversas instituciones y productores de nuestra comunidad.
El acto se realizó en el patio del Palacio Municipal con la presencia del intendente Pesatti, acompañado por el vicegobernador de la provincia, Alejandro Palmieri, el presidente del IDEVI, Daniel Quintero, el ministro de Producción y Agroindustria, Carlos Banacloy, legisladores y funcionarios municipales.
Al respecto, el intendente Pesatti indicó que «es una fecha significativa para las y los viedmenses, porque fue un vecino de nuestra ciudad,el Dr. Edgardo Castello, el que impulsó un proyecto de regadío para desarrollar la zona del Valle Inferior”.
Además el intendente agregó “el IDEVI quedó congelado a partir del golpe de estado del año 76, y aún hoy quedan secuelas, ya que sufrió un vaciamiento estructural del que todavía se está recuperando”.
“Viedma necesita reencontrar su origen agricultor para poder ser una ciudad con alternativas productivas. La tierra debe ser para quien la trabaja, sobre todo cuando el estado a invertido tanto en canales de riego y obras de infraestructura para que nuestro valle inferior sea un sector productivo, que signifique crecimiento para nuestra comunidad» expresó Pesatti.
Durante el acto, el Departamento Provincial de Aguas, a través de la intendencia general de riego, entregó un aporte no reintegrable al Consorcio de Riego y Drenaje del Valle Inferior, con el objetivo de asegurar el normal funcionamiento del consorcio durante el ejercicio anual 2021.