Por Frente Educativo de Nuevo Encuentro Río Negro
Esta pandemia deja al descubierto a un Sistema Educativo rionegrino que crea desigualdades, mantiene falencias en el funcionamiento Ministerial y evita, o no interpreta, a la realidad palpable día a día por las familias, estudiantes y trabajadores.
Desde el Frente de Educación de Nuevo Encuentro queremos acercar a la ciudadanía, algunas reflexiones sobre cómo impacta la ausencia del Ministerio de Educación en este contexto epidemiológico en las escuelas y las familias.
Estamos transitamos la segunda y última etapa del año escolar y los funcionarios del Ministerio de Educación de la Provincia, sentados en primera fila, continúan inmutables. Decimos que esta política educativa provincial se aleja de las necesidades de la comunidad educativa porque sigue sin resolver los problemas básicos como la conectividad, la continuidad pedagógica en todos los niveles y modalidades, y el acompañamiento a les trabajadores de la Educación.
Las familias hacen un gran esfuerzo económico por tratar de mantener a sus hijos/as conectados con la escuela desde el celular pero no todas pueden garantizar el acompañamiento pedagógico en los hogares.
Los docentes en absoluta soledad exploran plataformas y recursos para mantener el vínculo con sus estudiantes y sus familias, saturan su día a día con los requerimientos administrativos del Ministerio y el teletrabajo, y asumen la responsabilidad de mantener una conexión a la distancia que se aleja mucho del acto de enseñar y aprender de la escuela, creando desaliento y frustraciones. Al decir de un compañero docente, “el diálogo a la distancia (siempre mejor que la indiferencia, desde luego) se torna licuado.” (Cárdenas, 2020)
Algunas Supervisiones junto a directivos y docentes de grado generan material bibliográfico para la continuidad pedagógica en 7º del tercer ciclo de Nivel Primario, solicitan apoyo pedagógico a los Institutos Docentes y garantizan la entrega de módulos alimentarios a las familias de las comunidades educativas. Y después de que salga esta nota en los medios, ya habrán ideado el modo de que les niñez en su día tengan alguna sorpresa.
En este contexto de pandemia y la realidad que acabamos de describir, desde Nuevo Encuentro los invitamos a reflexionar:
¿Si los y las trabajadores de la educación dejan de abonar internet en su casa, ¿Quién garantiza la continuidad pedagógica?
¿Qué acción de contención generó el Ministerio de Educación de la provincia pensada para los estudiantes y que contemplen además las inequidades sociales?
¡Qué acciones articuladas entre las direcciones de nivel se realizaron para garantizar la continuidad pedagógica en todos los niveles educativos y las diferentes modalidades?
Faltando tan poco para el regreso a las aulas estimado por el Gobierno provincial, y no habiendo saldado ninguna de los problemas mencionados, ¿con qué personal se piensa garantizar el protocolo presentado? ¿Fue difundido por el Ministerio por los medios masivos y las redes sociales para el conocimiento de las familias? Si una familia decide no mandar a sus hijas o hijos a la escuela, y otras sí, ¿será doble la jornada laboral del docente del grupo?
¿Qué pretende el Ministerio al ofrecerle solo a los docentes una ayuda para la conectividad? ¿Tal vez pretende enfrentarnos a las familias que tienen la misma necesidad?
Nos preocupa lo que sucede, porque creemos en un Estado presente, descentrado de su ombliguismo electoral, que disponga de la sapiencia de sus funcionarios y la voluntad política para generar ideas y trazar planes que contemplen al sector educativo en su conjunto y pongan en valor la importancia de una educación para el futuro de sus hijos.
Hacemos total y absolutamente responsable al gobierno de Juntos Somos Río Negro de lo que está generando con su política educativa vacía de propuestas de acompañamiento y discriminadora, en el colectivo docente, en las familias y principalmente en cada estudiante.
La revolución es romper con el individualismo y retomar lo colectivo.
Por eso acá estamos, compartiendo, trabajando, y convocando al encuentro para construir un proyecto educativo compartido.
La crisis de la pandemia es una oportunidad para revolucionar/nos.