Para ATE, “Morales tiene que renunciar y un gobierno de transición debe convocar al diálogo”

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«El conflicto es por salarios, pero también por soberanía. La reforma defiende los intereses de las multinacionales y no alcanza con dar marcha atrás en un par de artículos. Sin un final anticipado de la gestión, se debe evaluar la intervención», señaló.

El Secretario Adjunto de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, evaluó que «la represión en Jujuy es brutal porque no se trata sólo de un reclamo por los salarios de hambre, sino que hay un pueblo que está defendiendo la tierra y todos sus recursos naturales» y sentenció: “Si Gerardo Morales no renuncia, se debe evaluar la intervención de la provincia”. 

«Morales se tiene que ir. Debe renunciar y un gobierno de transición tendrá que convocar inmediatamente al diálogo. No alcanza con dar marcha atrás en un par de artículos, esta reforma de la Constitución tiene que ser anulada. Es contraria a la voluntad del pueblo y a la democracia de nuestro país», aseguró en medio de las preocupantes horas de represión que se viven en distintos puntos de la provincia. 

Si bien el inicio de las manifestaciones comenzaron a principios de junio con el reclamo salarial docente, el descontento del pueblo jujeño escaló a un nivel más amplio tras la “modificación exprés” de la constitución provincial, que incluye artículos sobre la criminalización de las protestas y sobre la explotación de recursos naturales en territorios de pueblos originarios.

En este sentido, Aguiar explicó: «Está en juego la explotación del litio, que se encuentra en zonas donde están asentadas comunidades originarias. La nueva constitución persigue la finalidad de eliminar el derecho de protesta y que se pueda desplazar con libertad a esos pueblos de los territorios».

Cabe destacar que las comunidades originarias aseguran no haber sido convocadas en ninguna instancia para participar de las discusiones sobre la reforma, vulnerando completamente sus derechos. Por eso, en las imágenes que circulan desde el inicio del fin de semana se vio un desmedido accionar de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes -entre ellos ancianos y niños-.