Un agente policial rionegrino fue separado de la fuerza debido a un caso de violencia de género. El procedimiento administrativo se llevó a cabo tras una denuncia efectuada por su ex pareja en la Comisaría de la Familia de Viedma y luego de que se le realizaran nuevas pruebas psicológicas al policía implicado que indicaron que no se encontraba en condiciones de portar el arma reglamentaria.
El pasado 13 de marzo fue aprehendido por personal de la Comisaría 38° debido a que cometió una “desobediencia judicial”, cuando pese a tener una restricción perimetral se apersonó en el domicilio donde reside su ex pareja con reiteradas actitudes violentas.
Por los hechos acontecidos, en relación a las denuncias por violencia de género, en base al reglamento de la institución policial, desde el Comando Superior se determinó no confirmarlo como agente perteneciente a la fuerza provincial.