Una década sin Daniel SOlano

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A diez años de la desaparición y muerte del joven salteño Daniel Solano, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma de Río Negro sigue reclamando justicia plena, ya que los siete efectivos condenados por el crimen aún siguen libres, a la espera de un demorado fallo de la Corte Suprema de Justicia. Pero además, todavía falta la condena a los autores intelectuales y encubridores del caso, sobre los cuales la justicia no ha avanzado.

En este marco, desde este sábado a las 14 horas comenzará un acampe frente al Juzgado N°30 de Choele Choel con distintas actividades para mantener la memoria activa.

El joven salteño de 27 años había llegado a Choele Choel como trabajador temporario de la multinacional Expofrut, mediante la empresa tercerizada Agrocosecha, quienes llevaron a cabo una estafa millonaria sobre él y 400 trabajadores más la multinacional.

La idea de organizarse y reclamar conjuntamente con sus compañeros por este fraude laboral -se les pagaba mucho menos de lo que se les había asegurado en su lugar de origen y se les retenían sumas indebidamente- así como de denunciar los contratos abusivos junto con las pésimas condiciones laborales y de vida a las que se veían sometidos, bastó para alertar el oscuro entramado de empresarios, políticos, la Justicia y la Policía, partícipes necesarios de la desaparición forzada de Solano aquel 5 de noviembre del año 2011, tras ser golpeado y sacado por la policía rionegrina del local bailable Macuba.

Sin embargo, la sentencia, si bien resuelve la condena de los policías, desliga de responsabilidades a las empresas y plantea el homicidio en el marco de una riña en un boliche bailable.

Es así que, transcurridos diez años de aquel fatídico día que coronó un sinfin de injusticias sobre los trabajadores golondrinas, causa de la cual se desprendieron más de veinte investigaciones sobre desaparición de personas, trabajo esclavo, trata de personas, connivencia policial, empresarial, judicial y política, y desprecio a comunidades originarias y a inmigrantes, la CTA Autónoma de Río Negro vuelve a manifestar su pedido de justicia, y acompaña a la familia de Solano, que desde el primer día comenzó una peregrinación que incluso los llevó a instalarse en Río Negro por largos años, junto al abogado Sergio Heredia.
                                                                                                                               En estas tierras padecieron huelgas de hambre, instalaron carpas, pasaron noches a la intemperie, sin bajar nunca los brazos frente a un Estado mudo. Cabe además recordar que el padre de Daniel, Gualberto Solano, partió en abril del 2018 sin encontrar el cuerpo de su hijo y sin asistir a la condena de los policías.