En la tarde de hoy UPCN Río Negro mandó a los medios de comunicación una misiva denominada «Carta a la Comunidad» donde intenta aclarar lo sucedido ayer en una escuela viedmense, cuando el secretario general del gremio acompañado de un grupo de personas irrumpe violentamente en el edificio escolar rompiendo todos los protocolos sanitarios y le reclama cara a cara, con el barbijo medio poner y con expresiones machistas, a la ministra de educación.
El comunicado comienza bien, destacando que en «el día de la fecha reflexionaron sobre lo sucedido ayer», y cuando todos esperaban la autocrítica y el pedido de disculpas para el alumnado violentado, la Carta se convierte rápidamente en un reclamo salarial más en la que aclaran que el puñado de gremialistas iba en busca de la gobernadora y que esta canceló la «actividad proselitista» por la presencia de los gremialistas y que «el gobierno busca contar en 15 segundos una película de dos horas». En definitiva, se desprende que irrumpieron en la escuela a pesar de que el objeto de su protesta no se encontraba allí una reacción no premeditada e inútil.
El reclamo por salarios más altos es lo que siempre debería haber echo Scalesi. Cabe destacar que es justo aún a pesar de los antecedentes del secretario gremial (fogoneó la baja de salarios en el gobierno Veranista, acompañó políticas contradictorias para los asalariados y hay que recordar el cuestionadísimo acto electoral que lo mantuvo en el poder), pero atacar en patota a mujeres y poner en peligro la salud pública de la población escolar, acciones que quedaron retratadas en un video incontrastable es una muestra palpable de que esta versión enojada de Scalesi, que sólo busca mejorar un poco la imagen paupérrima que lo acompaña en cada encuesta, es aún peor que aquella acomodaticia que lo encontraba en la misma boleta electoral que la de los jefes. A un vino malo el tiempo sólo lo empeora
