Por Pablo Barreno, legislador provincial
En las últimas horas todos los jefes de servicios del hospital Zatti de Viedma renunciaron a sus puestos de trabajo, debido a la severa insuficiencia salarial que soportan y por la ausencia de «instancia de diálogo con la Gobernadora«, según expresaron. Esta situación, que los trabajadores aseguran que padecen desde hace tres años, se replica en otros puntos de la provincia. Así las cosas se configura un escenario con dos ejes problemáticos:
– la decisión política del Gobierno provincial de retraer la injerencia del Estado en su dimensión esencial en el marco de una pandemia como la que atravesamos: garantizar el bienestar de aquellos que ponen el cuerpo para cuidar a todos y todas;
– el colapso del sistema sanitario.
Ante situaciones como estas abundan los discursos hipócritas, especialmente de aquellos que tienen la posibilidad concreta de cambiar las condiciones materiales de existencia. Sobran palabras. Falta acción.
Por eso entendemos que es vital asignar de manera inmediata recursos para garantizar un piso mínimo de dignidad al menos a estos trabajadores y trabajadoras esenciales, en un marco de excepcionalidad como la que atravesamos.
Mi propuesta y la de la CTA d los Trabajadores, es simple: la creación del Fondo Solidario de la provincia de Río Negro, que tiene como objeto atender necesidades financieras urgentes generadas por la pandemia; y que se financiaría con la mayor recaudación generada por medio de la modificación de gravámenes provinciales, por única vez y de manera extraordinaria, y que tendría la capacidad de recaudar entre 3000 y 4000 millones de pesos.
Este proyecto, que presenté en la Legislatura el 1° de septiembre, define explícitamente en su artículo 2 que el Fondo Solidario será destinado exclusivamente a recursos sanitarios y a garantizar el pago de salarios de los trabajadores estatales.
Entendemos que en circunstancias excepcionales es necesario avanzar con medidas que rompan las inercias. No alcanza con hacer lo mismo. Y para eso es necesario voluntad y decisión política.
Los trabajadores y las trabajadoras de la salud no pueden seguir esperando. Por eso volvemos a poner a disposición este proyecto y queremos dejar constancia de nuestra voluntad política e institucional de realizar las modificaciones necesarias para confluir en un proyecto que ofrezca respuestas a demandas que hace tiempo vienen siendo ignoradas.