La pandemia del nuevo coronavirus ha llegado a Río Negro para quedarse. En los dos centros más poblados de la provincia – Bariloche y esa suerte de ciudad lineal que va desde Regina hasta Cipolletti- hay circulación comunitaria y el desconocimiento de los procesos de contagio del virus no auguran que se pueda acotar facilmente.
Desde el 9 de marzo cuando se conoció el primer caso, una maestra viedmense con antecedentes de viaje al exterior, en tres meses los contagios se elevaron a 552 con 28 muertes y una tasa de letalidad que roza el cinco por ciento. A nivel nacional, Río Negro es el cuarto distrito en cantidad de casos, detrás de la Ciudad de Buenos Aires, de la Provincia de Buenos Aires y de Chaco y el quinto en cantidad de muertes, superados por las citadas jurisdicciones y Córdoba.
En la provincia, el recorrido del COVID 19 tiene focos claramente diferenciados y desde el cuatro de abril no ha pasado un sólo día sin que se descubran nuevos enfermos. Los primeros contagios, en Cipolletti producto de casos importados y en Bariloche a través del caso cero en la policía aeroportuaria, marcaron el inicio. En la ciudad lacustre el virus fue domado y minimizado mientras explotaba la pandemia en el Valle Medio, afectando a las ciudades de la isla de Choele Choel y a Chimpay donde se registran hasta hoy 11 fallecidos. La rápida implementación del cordón sanitario fue efectiva y el brote se contuvo.
Regina tuvo sus casos, circunscriptos a un centro de salud, y el virus volvió a resurgir tibiamente Bariloche tras un encuentro familiar. Cipolletti, mostraba contagios esporádicos que se replicaron en Roca y otras ciudades del noroeste rionegrino. Hoy si bien los números todavía no asustan, los nuevos caso detectados en el Alto Valle y en Bariloche son una constante. Conesa, Río Colorado y Jacobacci tuvieron sus casos que, por razones aun no del todo estudiadas no se extendieron, y estos últimos días aparecieron casos en Comallo y San Antonio Oeste, pero hoy la atención de los sanitaristas está puesta en el Alto Valle, donde está confirmada la circulación comunitaria del COVID 19.
Analizando los datos de Argentina, resalta la diferencia entre los números nacionales y provinciales en cuanto a porcentaje de recuperados. Mientras en Argentina sobre más de 27 mil casos hay 8700 recuperados, poco más del 30 por ciento mientras que en Río Negro ese guarismo trepa al 75 por ciento. En cuanto a letalidad los números rionegrinos -casi cinco por ciento- son bastante más altos que la media nacional que no alcanza al tres por ciento.
Lo cierto es que la situación no deja de ser preocupante aunque el sistema sanitario provincial está bastante aliviado y no hay perspectivas de que colapse con este ritmo de contagios.
Mientras la Argentina se encamina a transitar el pico de la pandemia en Río Negro hay sensaciones encontradas.
Los últimos contagios abarcan cada vez más ciudades y, como se ha registrado en todo el mundo, los contagios de trabajadores de la salud, expuestos en primera fila a la carga viral, son una constante en la provincia, aunque el sistema sanitario todavía está fuerte.
La única forma de detener la pandemia es, por el momento, que la conciencia social mantenga el distanciamiento y refuerce los hábitos de higiene. Los 90 días transcurridos desde el inicio de la cuarentena ya pesan en el cumplimiento de las normas dictadas por los expertos, pero el invierno está por comenzar y la pelea recién va por la mitad.