Para el universo rural de la Patagonia Argentina -y nunca tan bien utilizado el tèrmino universo- los “Mensajes al poblador rural”, programa de servicios emitidos con distintos nombres por una importante cadena de radios de amplitud modulada diseminadas en ese vasto territorio son una necesidad vital.
La radio es un medio de comunicaciòn ràpido, econòmico y muy eficaz que desde hace más de cinco décadas acerca a los esforzados habitantes de campos y estancias patagònicas con sus familiares, instituciones públicas, patrones y proveedores que viven en las ciudades cercanas.
Si bien se nota a travès del tiempo el avance de los discursos institucionales y urbanos (incluso algunos de índole político) sobre los mensajes, la marca de identidad de los mismos, sigue siendo el registro del trato diario de los habitantes del campo con sus afectos. En especial el vínculo que se forma entre los pobladores de la amplia meseta intermedia patagónica, un inmenso territorio donde habitan miles de familias, muchas de ellas unipersonales con el desarrollo cotidiano de los pueblos de cada lugar.
Es que las inmensas distancias que media entre esas poblaciones y los “cascos” de los campos, donde no tienen alcance los sistemas de telefonía celular y donde las radios de sistemas VLU o VHF, por su alto costo, no están al alcance de los pequeños productores ovinos de la zona, hacen de la comunicaciòn diaria un desafìo permanente que sòlo se alcanza a travès del eter.
Son campos donde el tendido elèctrico tampoco llega y el único contacto efectivo con el resto del mundo es esa radio a pilas que puede traer un mensaje personal entre los datos del tiempo, las fechas de pago de los sueldos estatales y las necrológicas.
Para ello, el receptor del mensaje debe estar “pegado” a la sintonìa en los momentos adecuados.

Décadas en el aire
La larga permanencia de este tipo de programa en el aire no ha anquilosado ni su estructura ni mucho menos su contenido. La necesaria participaciòn de los usuarios dinamizan y dotan de cuerpo a las emisiones diarias donde se mezclan cuestiones laborales del campo con temas de ìndole personal. También se incluyen calendarios escolares, horarios de misa, saludos de cumpleaños y temas relacionados con la salud pública.
A travès de los años la forma de comunicar mensaje privados (algunos, muy privados) mediante un medio de comunicaciòn masivo y pùblico, ha ido encarrilàndose en ciertos lugares comunes como el uso cotidiano de algunas frases frecuentes donde “lo convenido” o “lo acordado” puede ser plata, galleta de campo o corderos segùn el còdigo preestablecido entre el emisor y el oyente.
Tambièn se da el cruce del lenguaje familiar con el discurso institucional ha sido un rasgo frecuente en varios organismos públicos como las vialidades provinciales que informan del estado de los caminos, sobre todo en la dura época invernal y las novedades de las escuelas y hospitales de cada zona, se transforman de esta forma en un acercamiento del estado hacia sus ciudadanos.
No me abandones ahora
Estos registros propios del poblador rural conforman una geografìa poètica propia que se ha ido enraizando en la cultura zonal y encuentra su mayor registro en la milonga campera de Hugo Giménez Agüero “No me abandones ahora” que en el enunciado de presentaciòn recita a modo de mensaje al poblador rural: “Continuamos con los mensajes para el hombre de campo; Se comunica a Zenón Martínez de Estancia El Tero, Puesto la Vasca, que en esta ciudad su esposa ha dado a luz a un hermoso varoncito. Tanto la madre como el hijo se encuentran en perfecto estado de salud y debido al temporal se recomienda no viajar, repito: se recomienda no viajar”.
Por sobre la belleza de una de las obras cumbres de la obra de Giménez Agüero se puede adivinar la importancia del medio de comunicaciòn para el campesinado de la zona. Sobre los mensajes diario se desgranan las màs diversas historias de vida y se pueden adivinar triunfos, fracasos y soledades, siempre en las mismas horas y en las mismas sintonìas.
Las radios
Son muchas las radios que emiten diariamente los mensajes al poblador rural, aunque en la provincia la Radio Nacional de Ingeniero Jacobacci (LRA 54) y la AM 1580 de Sierra Colorada son las que penetran hondamente en el interior de la meseta Somuncurà, mientras la tradicional de LU 15 de Viedma, que atiende todo el sector atlántico
La iniciadora se estima que es LRA 9, Radio Nacional Esquel, donde la primera versión del servicio nace con la fundación de la sucursal hace más de 50 años, bajo el nombre que aún lleva. Mensajes al Poblador que sigue siendo el segmento de mayor audiencia de la radio. Es que los mensajes se siguen esperando ansiosamente en la estepa con interés propio y con curiosidad de vecino, porque lo privado se vuelve público aunque la modalidad permita algunos recursos de codificación.
El Libro
La fotografía que ilustra este artículo, pertenece a un magnífico libro del fotógrafo barilochense Jorge Piccini, titulado «Mensajes al poblador rural. Más de setenta años en el aire de la Patagonia» , un ensayo que fotográfico que refleja en imágenes con la sapiencia de un maestro las viscisitudes de los pobladores de la zona rural y su estrecha relación con casi su único medio de comunicación permanente, la radio.
Algunos mensajes
“Para Carlos Tramaleo en Meseta Somuncurá se le comunica que su hermana Elva está en Traguaniyeo, el día martes van a Comicó. Acá , todos bien.”
“Para Juan de estancia Carmela, se recomienda no carnear. Hay operativo!.
“Para Augusto del Campo de Agostino dice Mario que lo espere el domingo en la tranquera con la yegua de su hermana.”
“Para Néstor y Teófilo en zona de Lobos, Andrés comunica que llegará a la tranquera antes del atardecer»
“Para Juan Sepúlveda en establecimiento La Aguada su hermano le comunica que el martes irá por lo convenido, le pide que sean cuatro.”
“Para Emilio Williams en zona del Mirasol se le comunica que lo hablado queda sin efecto. Firma Ceferonio López.”
“Para pobladores de zona del Pajarito se les comunica que la reunión será el miércoles a las 11 en establecimiento los Tamariscos.”
Para Aníbal Astero de Puesto El Molino, que viaje urgente que su padre se puso muy enfermo y reclama su presencia.
Foto: Jorge Piccini